He de decir que tenía ciertas reticencias a la hora de adentrarme en la Literatura árabe. Quizás eran prejuicios infundados desde que cursé primero de Filología Árabe y toda la literatura a la que se hacía referencia era al Corán y a poemas clásicos de autores difíciles de nombrar.
A pesar de todo, siempre me ha llamado la atención esta cultura y después de dos viajes al Magreb, me llamó aún más la atención su gente.
Por este motivo, decidí volver a darle una oportunidad al árabe (no como idioma esta vez, sino como literatura) y la verdad es que me ha sorprendido gratamente.
A pesar de todo, siempre me ha llamado la atención esta cultura y después de dos viajes al Magreb, me llamó aún más la atención su gente.
Por este motivo, decidí volver a darle una oportunidad al árabe (no como idioma esta vez, sino como literatura) y la verdad es que me ha sorprendido gratamente.
Recuerdo en la presentación de la asignatura que se habló de cómo en la literatura actual, los autores árabes trataban los mismos temas que los occidentales europeos y, ciertamente, pensé que era un comentario exagerado.
Pero realmente, con Miramar sucede así. El autor trata temas universales y sus personajes viven como vivirían en un país occidental. No quiero que se me malinterprete con este comentario, en el sentido de que no crea que puedan estar capacitados para hablar de lugares comunes sino que como he dicho anteriormente, el único acercamiento a la literatura árabe lo tuve con los versos del Corán y algún poeta clásico, por lo que tenía la falsa idea de que los árabes escribían de su religión y del amor (la ignorancia de una servidora llega hasta ese punto) y precisamente, esos temas religiosos o de amor cortés, no son mis preferidos.
Así que Miramar no sólo me ha encantado como novela, sino que me ha parecido deliciosa. El estilo de Mahfouz me ha encandilado y me ha permitido romper con esos prejuicios ignorantes que poseía antes de coger este libro.
La historia contada desde las cuatro voces me ha parecido innovadora y muy rica para aportar detalles que de otro modo pasarían inadvertidos. Los personajes se han construido de una manera correcta y sutil y con una prosa muy llana y sencilla.
Y Alejandría…, siempre presente en la historia. Dan ganas de ir y buscar si todavía existe Miramar…
Pero realmente, con Miramar sucede así. El autor trata temas universales y sus personajes viven como vivirían en un país occidental. No quiero que se me malinterprete con este comentario, en el sentido de que no crea que puedan estar capacitados para hablar de lugares comunes sino que como he dicho anteriormente, el único acercamiento a la literatura árabe lo tuve con los versos del Corán y algún poeta clásico, por lo que tenía la falsa idea de que los árabes escribían de su religión y del amor (la ignorancia de una servidora llega hasta ese punto) y precisamente, esos temas religiosos o de amor cortés, no son mis preferidos.
Así que Miramar no sólo me ha encantado como novela, sino que me ha parecido deliciosa. El estilo de Mahfouz me ha encandilado y me ha permitido romper con esos prejuicios ignorantes que poseía antes de coger este libro.
La historia contada desde las cuatro voces me ha parecido innovadora y muy rica para aportar detalles que de otro modo pasarían inadvertidos. Los personajes se han construido de una manera correcta y sutil y con una prosa muy llana y sencilla.
Y Alejandría…, siempre presente en la historia. Dan ganas de ir y buscar si todavía existe Miramar…
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